martes, 3 de noviembre de 2009

KANTE PINRELICO




http://www.murciarock.com/151004_1entrevista.htm

Kante Pinrélico es un grupo como no hay dos. Formado en Cartagena a mediados de los ochenta y con una propuesta que bebe a partes iguales del punk-rock (Sex Pistols, Damned) y la onda siniestra inmediatamente posterior (Killing Joke, Bauhaus, Parálisis Permanente), si bien prescindiendo de la pose grave que ellos sustituyen por mordacidad a raudales y hasta gotas de humor negro.

Siempre han ido a su bola, irrumpiendo y desapareciendo sin previo aviso, hasta lograr un estatus de grupo de culto con seguidores incorruptibles en los lugares más insospechados de España y el más allá. Ahora se descuelgan con Colmillos largos (crítica), un EP de cinco canciones, tras cuya escucha lo primero que procede exclamar es: ¡Qué canallas!


Me cito con ellos. Van a presentar el disco en Cartagena y además de proceder la cuestión promocional, existe algo parecido a la admiración mutua. Mi pasado con los primeros Farmacia de Guardia me otorga sus respetos, de modo que sólo llegan 45 minutos tarde. "Tampoco creo que se pueda hablar exactamente de un resurgir de Kante Pinrélico, lo que pasa es que nuestras crisis son largas", señala Juan, guitarrista y compositor. Hombre, largas es una buena palabra. Han pasado cuatro o cinco años desde la última vez. "Ya, tío, pero es que no vivimos de esto, todos trabajamos. Mira, lo único que hace funcionar un grupo es tener un objetivo, en nuestro caso ha sido grabar el disco". Pepe, el frontman y vocalista, pasa al detalle. "Paramos totalmente cuando nuestro anterior batería dejó el grupo. Hasta que al fin pusimos unos carteles en algunos sitios pidiendo un batería lo suficientemente marciano para nosotros y así dimos con Super Paco Atómico Nuclear, ja ja...".

"Pues yo no los vi" (Paco).

"¿No? ¡Impresionante, nos llamaron varios y al final fichamos al único que no había visto los carteles!" (Pepe).


Vamos, que ahora Kante Pinrélico se ha convertido en un grupo serio y todo. "Vamos a ver, todo va por escalas. Antes hemos llegado a tocar con Barricada, ensayando en un piso el día antes del concierto y el batería tocando con dos bolígrafos. Ahora cuando tocamos por lo menos ensayamos tres o cuatro veces, lo que pasa es que somos conscientes de que podríamos sonar de la hostia. Quedar para ensayar los cuatro es como hacer una reunión de obispos. Pepe, que es quien menos disponibilidad tiene, ensaya en la ducha. Pero bueno, es nuestra bomba sexual", apunta Juan entre risas.


GRUPO DE CULTO
De mis archivos compartidos de internet ya se me ha cogido un montón de veces las canciones de Kante Pinrélico. Incluso hubo un argentino que me solicitaba información acerca del grupo con gran ansiedad. Y cada vez que actúan en alguna ciudad hay un considerable contingente de público que se mueve para verlos en directo. ¿Qué diablos tiene KP? "Es increíble el maqueteo que ha habido con nuestra música. De canciones grabadas con una calidad ínfima que no sé como se mueven por ahí y de pronto nos llaman de Vigo para que vayamos a tocar. Cuando estuvimos en Zaragoza, la gente se cantaba el "Soy de Cartagena" o "El enterrador". Nosotros flipábamos" (Juan).

"La peña se ha dedicado a colgar en la red todo lo que pilla nuestro. Una vez encontramos una canción nuestra titulada como "Esquizofrenia". ¡No tenemos ninguna canción que se llame así!" (Pepe). "Nuestras canciones cuentan una historia y las puedes tararear. Casi todas tienen un final retorcido, que le da el toque siniestro, pero desde la ironía. No es como los neuróticos atormentados ni nada de eso" (Juan).


La mordacidad, desde luego, es una de las claves de las canciones de Kante Pinrélico. Desde ese Hal 9000 mucho más borde que el de Kubrick, hasta el romanticismo de plástico de Si me faltas tú o esa La canción del gorrón en la que Pepe directamente se sale cantando. "Es un poco la postura psicológica de los dibujos de El Coyote (Correcaminos), es lo que hemos mamado de críos. O sea, Mortadelo y Filemón tiene una violencia soterrada espectacular. Eso de que le dan un puñetazo y te ves en la siguiente viñeta las muelas volando. Te paras a analizarlo y dices '¡qué hostia le habrá tenido que dar para que salgan las muelas volando! Hemos crecido con eso, a mí me ha marcado. La culpa es de Ibáñez", afirma convincente Juan.


BAILANDO POGO
Los conciertos de los Pinrélicos tienen fama de agresivos -que no violentos-, no me lo negaréis. "Sí, pero no sabría decirte por qué. Actuamos con grupos que tocan al doble de velocidad que nosotros, con dos guitarras, doble bombo, que meten una caña tremenda y la gente participa y eso, pero salimos los Kante y toda la peña se va para el escenario y ya se monta la tangana. Empiezan los empujones, el pogo, las subidas al escenario... Y la gente nos habla como si fuéramos sus colegas de toda la vida, nos comentan cosas, nos piden tabaco", comentan con cara de interrogación.

Pues por último, he llegado a leer que sois un grupo de Alicante. De hecho, por allí es por donde mejor acogida ha tenido Kante siempre. ¿A qué se debe? "Lo que ocurre es que hemos arrastrado mucho tiempo la pasión que ha habido aquí en Murcia por el rhythm'n'blues. Han salido grupos buenos de r'n'b porque es lo que se ha cocido aquí, pero nosotros siempre hemos estado totalmente al margen de esa movida. Entonces, claro, no podíamos tocar en ciertos sitios. Hemos llegado a tocar en Murcia ante un público vestido con flecos", comenta Juan, quien añade: "En la zona alicantina, en cambio, estaba el rollo de la música mescalina. Nosotros seguimos escuchando a los Alien (Sex Friend), nos siguen pareciendo válidos, como los Bauhaus o los Killing Joke. La mayoría de los siniestros ni los conocen, tiran más para el lado heavy".

Pepe echa el cierre: "Ahora se suele dejar a un lado la imaginación y se valora demasiado la técnica, la ejecución. Los Kante tuvimos siempre buena aceptación por esa zona, también en cuanto a la estética".

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